Lucas Lenz y el Museo del Universo, de Pablo De Santis

Compartimos un trabajo de uno de los nuevos integrantes del Laboratorio de Análisis y Producción de LIJ. Alcanzamos a vernos una vez, en el primer y único encuentro del año. Sin embargo, nos seguimos encontrando virtualmente. Acá está una original reseña de Lucas Lenz y el Museo del Universo, en clave narrativa. 


Por Simón Wajntrob *

Sentado a la ventana de un bar en un día lluvioso, intentaba escribir una reseña del libro “Lucas Lenz y el Museo del Universo” de Pablo De Santis, acerca de un detective muy particular, que se dedica a encontrar cosas perdidas. De pronto en la puerta del bar se estacionó un descapotable rojo. Cuán grande mi sorpresa cuando vi bajar a un hombre con el paraguas abierto (porque el techo estaba agujereado). Era él, Lucas Lenz.
Entró al bar y se acercó, se habrá dado cuenta de que estaba perdido. Al ver el libro sobre la mesa, se sentó frente a mí y comenzó su relato. Yo, disimuladamente, tomaba nota.
Contó de su difícil infancia y ese “algo” que tenía que lo convirtió en quien es. El buscador de cosas perdidas. “Si el objeto buscado existía, yo generalmente lo encontraba. Y hasta encontraba cosas que nadie había perdido”, me dijo.
Todo cambió cuando en su oficina apareció Raval y lo contrató para una gran misión. Ayudar a encontrar algunos objetos para el Museo del Universo.
El primer encargo/prueba fue encontrar a “La tortuga Lulú”, “la más grande y la más vieja”, para continuar con la búsqueda de “La pluma vampiro” y “La piedra negra”. 
Esta misión lo llevó a toparse con Faber, el dibujante; Franco, que fue dueño de la tortuga; Rinaldi, Horovitz y Vidor, admiradores de Alcides Lancia, autor del “Nictálope” escrito con la pluma vampiro, y…
Me contó que Raval le contó que doce personas se reunieron para armar el Museo del Universo, “y uno conspiró”. Me sumergió en sus peripecias entre búsquedas, persecuciones, amenazas del Señor de la humedad -el Maestro- y algún romance. 
Al finalizar se levantó porque tenía una cita con Mirna.
Le di el último sorbo al café mientras que, atrapado por su relato, lo veía alejarse.
Entonces… ¡Qué horror! ¡¿Y mi libreta de notas?!...
¡Lenz, ayuda Lenz!

* Simón Wajntrob es psicoanalista (egresado de la Facultad de Psicología U.B.A.),  diseñador y realizador de títeres y objetos teatrales (taller de realización escenográfica del Teatro Colón), fotógrafo y dibujante amateur.


Lucas Lenz y el Museo del Universo
Pablo De Santis
Loqueleo, 2015.

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