La Guerra de Malvinas, un recorrido por la memoria desde la LIJ
En el año 2018 Julia Cittá y Alma Rodríguez, integrantes del Colectivo LIJ coordinaron unas jornadas alrededor del tema de la Guerra de Malvinas en la LIJ, jornadas que se llevaron a cabo en el Museo Malvinas, con la participación, entre otros autores, de Andrés Sobico, Laura Ávila, Franco Vaccarini, Inés Garland y Sandra Comino. Compartimos hoy un texto que la profesora Julia Cittá escribió especialmente para abrir el encuentro con Inés Garland y Franco Vaccarini.
Las obras que seleccionadas son: Las otras islas de Inés Garland y Nunca estuve en una guerra de Franco Vaccarini.
Quisiera comenzar la presentación de estos relatos mencionando que ambos fueron publicadas en el 2012 al cumplirse los 30 años de Guerra de Malvinas y señalar, en sintonía con lo expresado más arriba, algunos fragmentos que parecen en ambos libros relacionados a la Literatura y la historia:
Por Julia Cittá *
En este particular 2 de abril intentaremos construir posibles lecturas entorno a la Guerra de Malvinas y su representación en la Literatura Infantil y Juvenil.
Decimos posibles lecturas porque “hay muchas guerras por Malvinas” como alguna vez comentó Federico Lorenz. Ya que no podemos dejar de mencionar que la Guerra de Malvinas se dio durante el Terrorismo de Estado, generando en esta fecha cierta incomodad social. La Guerra de Malvinas fue utilizada por la dictadura, en una causa que se consideraba justa y que era reclamada su soberanía desde muchos años atrás. Reclamo que voy sigue vigente por las vías diplomáticas.
No hay un único modo de contar la historia: se puede hacer con la disciplina académica de los historiadores o con la disciplina inspirada y libre de la literatura. Lo que las separa no es –o no debería ser– la calidad de su prosa o la cantidad de sus documentos, el rigor de sus informaciones o el esmero de su sintaxis, las reglas que respetan o las licencias que se conceden. Lo que las distancia es la ficción, la fabulación, la libertad que tienen o no para reproducir o recrear ese pasado inerte que observan y al que ahora nos hacen regresar. El novelista concibe personajes irreales haciéndolos convivir con otros que sí existieron; puede suponer diálogos que él no escuchó pero que bien pudieron haberse dado: con ello ha de trasmitir información documentada presentando a sus tipos, a sus caracteres, en un marco históricamente reconocible. Fantasea, sí, pero sólo hasta un cierto punto. En cambio, el historiador no inventa, se atiene a los hechos documentados.
Hoy pese a la incomodidad de ese contexto histórico tomar elementos épicos no incluye avalar la dictadura militar. Permite un discurso demilitarizador pero malvinizador (Segade, 2016) en la construcción de los relatos.
Las ficciones literarias sobre Malvinas, en el campo de la literatura juvenil, que he seleccionado para esta reseña abren las puertas al pasado reciente y permiten disfrutar de una lectura de una excelente calidad literaria.
Las obras que seleccionadas son: Las otras islas de Inés Garland y Nunca estuve en una guerra de Franco Vaccarini.
Quisiera comenzar la presentación de estos relatos mencionando que ambos fueron publicadas en el 2012 al cumplirse los 30 años de Guerra de Malvinas y señalar, en sintonía con lo expresado más arriba, algunos fragmentos que parecen en ambos libros relacionados a la Literatura y la historia:
En Las otras islas, de la mano de Edgardo Esteban periodista y ex combatiente, autor del libro Iluminados por el fuego que luego fue llevado al cine, expresa lo siguiente en las palabras preliminares:
“… en las páginas de Las otras islas reconocidos escritores argentinos aportan su pluma y relatan la misma búsqueda humana sobre aquella experiencia. A través de ellos, con la lectura de sus ficciones, podremos echar luz sobre un hecho traumático, silenciado y revestido de una carga compleja y reflexionar sobre nuestra historia, revisarla e interpretarla…”
Asimismo en la contratapa de Nunca estuve en una guerra de la editorial Atlántida se señala:
“Mirar la historia con los ojos de la ficción y contarla con las herramientas de la literatura es la propuesta de esta colección juvenil. Personajes y episodios históricos claves reviven en el relato de escritores de reconocida trayectoria.”
Las otras Islas
El cuento de Inés Garland es el que da el título a la antología que publica Alfaguara en su serie Roja.
La historia transcurre en otras islas, las islas del Delta (en el Tigre, provincia de Buenos Aires). Allí veranea nuestra protagonista y narradora con su familia, ella tiene 13 años. A esas islas llegaron un día de enero dos jóvenes correntinos: Yagu y Tatú, sobrinos de un vecino de la zona. Nuestra protagonista establece una amistad con Tatú, comparte tiempo con él, disfruta de su compañía. Hay un sentimiento el amor que le cuesta describir. Yagu establece una relación amorosa con su vecina inglesa Caroline.
En febrero tanto Yagu como Tatú tienen que irse a Buenos Aires para hacer el servicio militar (en Campo de Mayo), por eso habían llegado tiempo antes a la casa de su tío en las islas del Delta. Y ese es el vínculo personal que tiene la protagonista con la Guerra de Malvinas.
En abril de ese año estalló la Guerra de las Malvinas. Yo no quiero hablar de política, del imperialismo o de las maniobras de un lado y de otro para retener el poder. Yo quiero hablar de Tatú y de Yagu. Los gobernantes de allá y de acá, los que tomaron las decisiones, están en los libros de Historia. Yagu y Tatú, no. De ellos, si no hablo yo, no habla nadie.
Al mes de finalizada la guerra regresó Yagu, que a la mirada de nuestra narradora lo ve distinto y además observa que renguea, pero Tatú no está con él. En la esperanza porque Tatú este vivo se hacen visibles algunos datos de lo que fue la vida en combate:
Papá dijo que algunos todavía estaban en Campo de Mayo porque no firmaban un papel. El tío de Yagu le había contado que nada de lo que les habíamos mandado a los soldados había llegado a las Malvinas. Ni las mantas, ni los cigarrillos con las cartitas ni nada. No los dejaban salir si no firmaban un papel donde decían que no iban a contar nada. Papá estaba furioso. Seguro que Tatú no quería firmar el papel y por eso no lo dejaban salir.
No voy a spoilear el cuento, solo a decir que al final, una tarde en el cañaveral Yagú (que parece no querer hablar) en un relato sutil le cuenta del frío, la lluvia, la vida en el pozo, las bombas y del destino de Tatú en las Otras Islas.
Nunca estuve en una guerra
Publicada en el año 2012 por la editorial Atlántida. Actualmente reeditada por SM.
Esta novela autobiográfica, es narrada en primera persona por su protagonista Francisco Estévez, un adolescente de 18 años que vive en el pueblo de Lincoln, finalizó la secundaria y salió sorteado para hacer el servicio militar obligatorio a finales de 1981. Su vida en el campo le pesa y decide viajar a Buenos Aires (donde viven sus hermanas mayores) mientras no es citado por la marina, donde debe hacer la conscripción, y cumplir sus dos proyectos: practicar paracaidismo y hacerle una entrevista a Borges.
Mientras intenta cumplir esos objetivos Estalla la Guerra de Malvinas y Francisco no es citado. Sin embargo para él la guerra es hermosa, en su relato se lee “moría de ganas de ir a la guerra”. Pero en agosto de 1982 es convocado para la instrucción militar y comienza allí a cambiar esa visión idílica o romántica, que finalmente desaparece cuando lo destinan a la Base Naval de Puerto Belgrano como enfermero. En ese lugar tiene contactos con excombatientes que relatan lo vivido y él mismo puede comprobar las consecuencias de la guerra. En esa base Naval aparecen los personajes de Palatinus, un herido de guerra mutilado y Lisandro, con graves secuelas psicológicas, y las palabras de ellos se convierten en testimonios de lo que realmente fue la Guerra de Malvinas. Así le cuenta Lisandro:
Mientras intenta cumplir esos objetivos Estalla la Guerra de Malvinas y Francisco no es citado. Sin embargo para él la guerra es hermosa, en su relato se lee “moría de ganas de ir a la guerra”. Pero en agosto de 1982 es convocado para la instrucción militar y comienza allí a cambiar esa visión idílica o romántica, que finalmente desaparece cuando lo destinan a la Base Naval de Puerto Belgrano como enfermero. En ese lugar tiene contactos con excombatientes que relatan lo vivido y él mismo puede comprobar las consecuencias de la guerra. En esa base Naval aparecen los personajes de Palatinus, un herido de guerra mutilado y Lisandro, con graves secuelas psicológicas, y las palabras de ellos se convierten en testimonios de lo que realmente fue la Guerra de Malvinas. Así le cuenta Lisandro:
-Hacía frío, tenía la ropa mojada. Escarcha. Viento, teníamos hambre. De los montes bajaba viento, mucho viento, también del mar. De los montes bajaba viento nosotros también, del mar viento, y nosotros de los montes. Viento. Teníamos viento en las tripas también. Hacía dos días que no comía una ración caliente. Alguien vio la oveja, estaba lejos y sola. Y vino un aña mamby y dijo: la cazamos. Yo tenía mucho frío y estaba duro. Duro.
El hecho de incorporar palabras en guaraní está vinculado a lo que aparece en otras partes del relato sobre los jóvenes conscriptos del interior del país que participaron de la Guerra.
Pero además del relato de Lisandro, Francisco, nuestro protagonista, anteriormente había tenido la posibilidad de leer del escritorio de un teniente un informe bajo un sello de confidencial que decía:
Dedos congelados, pie de trinchera, apendicitis, gripes, infecciones urinarias, micosis aguda, otitis, desnutrición. De todos los atendidos en el Hospital de Puerto Argentino, unos dos mil internados, solo el diez por ciento, lo fue por heridas de guerra....
Y si bien la novela se transforma en un relato de lo fue la guerra, de lo qué pasó con el Crucero General Belgrano y de lo que significaba hacer el servicio militar en la época de la dictadura (Aunque no hay detalles específicos al respecto) el amor con Lupe que encuentra en su estadía en Punta Alta (zona cercana a la Base Naval) y las cartas de sus padres y sus amiga Heidi, fanática de Freddie Mercury, son un bálsamo que se cuela en esta historia “…de enfermedad colectiva, de una fiebre pasada…”.
Bibliografía:
Gamerro, Carlos. Shakespere en Malvinas. Rada Tilly, Espacio Hudson. 2018.
Lorenz, Federico. Malvinas, una guerra argentina. Sudamericana, Buenos Aires.2009.
Loreti, Damian y Lozano Lius. “Derechos Humanos: de la anmistía encubierta a un modelo de justicia impartida” en: Pucciarelli, Alfredo. Los Años del kirchnerismo: la disputa hegemónica tras la crisis del orden neoliberal. / Alfredo Pucciarelli; Ana Castellani (coordinadores). Siglo XXI Editores Argentina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 2017.
REVISTA PUENTES, Nº 20, Especial 25 años de Malvinas, marzo de 2007.
Segade, Lara. El lugar de la guerra. Relatos de Malvinas en la cultura argentina (1982-2012). Clacso, Buenos Aires. 2016. Disponible en: https://dokumen.tips/documents/el-lugar-de-la-guerra-relatos-de-malvinas-en-la-cultura-argentina-.html
Torres, Victoria. “Memoria para el futuro: los ex combatientes de Malvinas en la literatura infantil y juvenil” en Blejman Jordana; Silvana Mandolessi; Mariana Eva Pérez. (comp.) El pasado inasequible. Buenos Aires: Eudeba, 2018.
Obras analizadas:
Garland, Inés. “Las otras islas” en Las otras islas: antología. Buenos Aires: Alfaguara, 2012
Vacarini, Franco. Nunca estuve en una guerra. Buenos Aires, Atlántida. 2012.
*Julia Cittá es profesora especializada en discapacitados de la voz y profesora de Historia y ha realizado una especialización en LIJ con la docente Lidia Blanco, dentro del grupo Espacio LIJ: como tal participó del libro Libros en vuelo. Literatura, infancia y sociedad, editado por Comunicarte, con la ponencia “Antonio Skármeta. Literatura y compromiso social en la historia reciente de Chile”. Asimismo, es miembro del equipo de conducción del Colectivo LIJ.
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