La literatura policial y el juego

Por -
En el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio, Natalia Forés nos acerca esta propuesta original, en la que nuestra competencia como lectoras y lectores del género policial, puede sernos de mucha utilidad, si se presenta la oportunidad de practicar juegos de mesa mientras pasa el tiempo. 

Por Natalia Forés
El tema de este mes en Libro de arena es la literatura policial. Este género, en el contexto actual de aislamiento obligatorio, puede generar a veces algo de ansiedad con sus temáticas a menudo oscuras, con suspenso e incertidumbre. En este artículo propongo abordar la lectura desde un lado lúdico que nos ayude a transitar este momento. Si ya somos lectores podemos pensar en los libros desde un nuevo ángulo;  y si lo que se busca es encontrarse con la lectura por primera vez, el juego siempre es un gran aliado para acercarse a los libros.
La lectura enriquece nuestra imaginación. El género policial propone su  propio juego con el lector: expone un misterio y el lector trata de anticipar la solución a medida que la trama va descubriendo las pistas.
Hoy en día existen muchos juegos de mesa que se crearon inspirados en la ficción detectivesca. Uno de los más conocidos es el Clue (que significa pista en inglés). Se trata de encontrar al asesino entre los personajes ficticios que se encontraban en la escena del crimen. Más allá de la tarea de resolver el misterio y encontrar al culpable, un atractivo de este tipo de juegos (atractivo compartido con la literatura del género) es el desarrollo de los personajes. En este punto podemos ahondar para convertir un juego con una historia simple en algo mucho más divertido.
Dentro de los juegos de mesa o incluso los virtuales de computadora o consolas, un tipo de juego que comparte mucho con la literatura -voluntaria o involuntariamente- es el Juego de rol (RPG o Rol-playing game en inglés). En esta actividad uno o más jugadores desempeñan un determinado rol, papel o personalidad. Se interpretan personajes con características, poderes y temperamentos que le dan una profundidad mucho mayor a la trama. Aquí es donde podemos usar nuestra creatividad y la imaginación enriquecida gracias a nuestras lecturas. Incluso se podría crear un juego de rol propio a partir de la trama de un libro policial o adjudicar características a los personajes de un juego como el Clue, inspirándonos en las lecturas realizadas previamente por nosotros.
Si en este aislamiento obligatorio nos cansamos de leer o no encontramos el espacio o las ganas para empezar un nuevo libro, pero nos sigue interesando la literatura o queremos probar algo nuevo, propongo entonces darle una oportunidad al juego. En un mundo abarrotado de  estímulos audiovisuales, los juegos de mesa, de rol o de escape proponen una alternativa que incluye a su vez un modo de leer, mientras estimulan el diálogo, la observación, y el razonamiento. Incluso aquellos juegos a los que podemos acceder a través de las pantallas proponen una trama, un razonamiento y un trabajo interpretativo por parte del jugador-lector  que le permita descifrar los distintos enigmas que van apareciendo. 
Los invito a adentrarnos en el mundo lúdico a través de los siguientes links: 
Juegos de escape online https://theparadoxroom.com/digital/

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

El crimen casi perfecto, de Roberto Arlt, Ilustrado por Decur

Por -
Imagen
Ayer se cumplieron ciento veinte años del nacimiento de Roberto Arlt . Para conmemorarlo, compartimos esta reseña de Laura Rosina que nos recomienda un cuento policial del autor, editado para niños por Ojoreja, con ilustraciones de Decur .  Por Laura Rosina * Una mujer que se suicida en el día de su cumpleaños, tres hermanos y sus coartadas aparentemente irreprochables, una doméstica casi estúpida aterrorizada por verse involucrada en un procedimiento judicial.  Todo parece llevar pacíficamente al cierre del caso pero como nos sugiere Arlt, “el proceso de suicidio está cargado de absurdos psicológicos”. Porque es cierto que en el departamento falta la prueba principal que confirme que la Señora Stevens sola se quitó la vida y que los tres hermanos son bribones y sus conductas sospechosas y que la doméstica en realidad es casi iluminada... En pocas páginas y a través de un estilo de fácil acceso el autor revierte toda certeza y nos acompaña hasta la resolución de un caso de
Leer más

“Esa mujer”, de Rodolfo Walsh, por Ricardo Piglia

Por -
Imagen
Ricardo Piglia ha sido uno de los críticos literarios que trabajó con mayor profundidad la obra de Rodolfo Walsh. En sus libros, en sus seminarios, abordó más de una vez distintos textos del gran escritor. En este fragmento de la conferencia “Tres propuestas para el próximo milenio”, que Piglia pronunció en La Habana en el año 2000, se refirió a “Esa mujer”, relato en el que Walsh hace gala de su genial “eficacia estilística”. Foto: Leo Ramirez “ El cuento “Esa mujer” narra la historia de alguien que está buscando el cadáver de Eva Perón, que está tratando de averiguar dónde está el cadáver de Eva Perón y habla con un militar que ha formado parte de los servicios de inteligencia del Estado. Y la investigación de este intelectual, el narrador, un periodista que está ahí negociando, enfrentando a esta figura que concentra el mundo del poder, tratando de ver si puede descifrar el secreto que le permita llegar al cuerpo de Eva Perón, con todo lo que supone encontrar ese cuerpo
Leer más

"El libro", un cuento breve de Sylvia Iparraguirre

Por -
Imagen
Habitualmente, en la sección La vida breve compartimos fragmentos sobre la lectura y la escritura que encontramos en  textos de ficción o en apuntes personales en los que escritores o escritoras se refieren a sus prácticas habituales en ese sentido. Hoy compartimos "El libro", un cuento breve de Sylvia Iparraguirre , incluido en su libro Del día y de la noche . “El hombre miró la hora: tenía por delante veinticinco minutos antes de la salida del tren. Se levantó. Pagó el café con leche y fue al baño. En el cubículo, la luz mortecina le alcanzó su cara en el espejo manchado. Maquinalmente se pasó la mano de dedos abiertos por el pelo. Entró al sanitario, allí la luz era mejor. Apretó el botón y el agua corrió. Cuando se dio vuelta para salir, detrás de la puerta, de canto contra la pared, descubrió el libro. Era un libro pequeño y grueso, de tapas duras, anormalmente pesado. Lo examinó un momento. No tenía portada ni título, tampoco en nombre del autor o el de la edit
Leer más