¿Quién dice que los objetos no hablan? Reseña de El espejo africano

En sintonía con el mes que en el Programa Bibliotecas para armar dedicamos a la narrativa histórica, Olga Kennedy, asidua participante del Laboratorio de Análisis y Producción de LIJ, nos comparte la reseña de un gran libro, de la no menos grande Liliana Bodoc: El espejo africano, uno de sus libros más leídos. 

Por Olga Kennedy*

Como en la leyenda oriental, “el hilo rojo” que se encarga de unir a las personas destinadas a conectarse, sin importar tiempo ni lugar, está representado por un pequeño espejo enmarcado en ébano, construido con mucho amor por un joven africano para su futura esposa. En aquella África profunda y sometida, allá por el mil setecientos ochenta la pareja se casa, tienen una hija y, al cabo de unos años, Atima Imaoma es “cazada” por la red de una organización de venta de esclavos niños (porque los niños ocupaban menos espacio en los barcos). Su madre ruega por ella, pero sólo consigue que la dejen entregar el pequeño espejo, que será su única propiedad y la memoria del origen y de sus ancestros. Llevada en barco, es vendida en Buenos Aires a un matrimonio (los Fontezo y Cabrera) para que oficie de doncella y compañera de juegos de su pequeña hija Raquel, de la misma edad. La llaman “Silencio” (porque casi no hablaba con ellos). A partir de la pura amistad de las niñas nada ni nadie podrá cortar el hilo, a pesar de tener que “vender” a Silencio al cabo de algunos años, por una mala situación económica de la familia y perder todo rastro de aquella desdichada amiga a la que tanto protegía Raquel y le promete buscarla.  La suerte de Atima Imaoma sigue en tierra mendocina, consigue su libertad a raíz de un episodio de fuga y salvataje de su patrón, pero la vida de una niña negra liberta es sumamente difícil. Transcurren los tiempos de la campaña Libertadora y conoce al Gral. San Martín, quien, además de ayudarla, utiliza al preciado espejo africano como salvoconducto para sus tropas y talla en el marco su firma. Sigue el derrotero del espejo y su dueña, hasta que el destino los separa. Ella transcurre su vida como puede, se convierte en madre, el espejo viaja a España, es vendido a una casa de antigüedades y allí, se transforma en amuleto de otro ser huérfano y tan desamparado como su primera dueña: Dorel, criado por María Petra, quien ejerce sobre él un poder que lo llevará a ser un adolescente lleno de miedos, hasta que consigue descubrir su vocación y ejercer  su libertad , entonces, el hilo rojo de la vida o el espejo africano consigue volver a manos de alguien que lo entregará después a quien le corresponde por historia y herencia.

La novela juvenil, escrita con una prosa profunda y poética por Liliana Bodoc habla de muchos temas importantes: los vínculos, los lazos, los objetos que toman el valor de lo propio, de los orígenes, de la memoria de una familia. Habla de libertades y sojuzgamientos, de miedos y valentía. De alegrías y reparaciones. Con avances y retrocesos en la temporalidad de la historia, entrelaza los sucesos vividos por los personajes principales durante la guerra contra los realistas y demás hechos acontecidos en estas tierras. Siempre con rigor histórico,  maneja ritmos y emociones con una delicada sensibilidad.  El espejo africano refleja un amor nacido en un lejano continente y termina en manos de quien al mirarse en él descubre su identidad, su historia y la de la familia marcada en su rostro. Como bien dice Liliana Bodoc en el libro: ¿quién dice que los objetos no hablan?

EL ESPEJO AFRICANO (Premio Barco de Vapor 2008) Novela histórica de literatura juvenil.

Autora: Liliana Bodoc (Santa Fe 1958, Mendoza 2018).  Fue una de las autoras más destacadas de la LIJ. Ganadora del premio de White Ravens y candidata al Hans Christian Andersen en el año 2010. Konex de platino en 2014. Un referente de la épica fantástica argentina.

Ilustraciones de Mariana Chiesa. SM primera edición 2008.

*Olga Kennedy participa desde hace años del taller literario coordinado por la Prof. Ana Tripi  en la Biblioteca Popular Bartolomé Mitre de caseros, Prov. de Buenos Aires donde es asidua colaboradora de la biblioteca.

Participó con sus escritos de tres antologías publicadas por el taller  y una de sus obras fue seleccionada por ACATREF para formar parte de un libro homenaje a Ernesto Sábato en 2014. También formó parte de otras tres antologías auspiciadas por la Municipalidad de Tres de Febrero.

El espejo africano
Liliana bodoc
Editorial SM, 2008.