El argentino Guillermo Martínez gana el Premio Nadal de Novela


 Guillermo Martínez Crédito: Grupo Planeta

Por Matías Néspolo
BARCELONA.- Es el premio más longevo de las letras españolas, y puede que también uno de los más prestigiosos a obra inédita, con todos los reparos que esto supone. La tradición dicta que cada noche de Reyes, en un céntrico y lujoso hotel barcelonés -el histórico Hotel Ritz, hoy Palace- se falle el Premio Nadal de Novela. Una tradición que inauguró Carmen Laforet en 1945 con la novela Nada y que conviene tener en cuenta porque entre la nómina de los premiados a lo largo de la historia destacan nombres como Miguel Delibes, Sánchez Ferlosio o Álvaro Cunqueiro.
Lo cierto es que también es una tradición no escrita que el galardón es un coto casi vedado a las letras latinoamericanas. Sólo dos colombianos Manuel Mejía Vallejo (1963) y Eduardo Caballero Calderón (1965) y dos argentinos se han alzado con el Premio Nadal en toda su historia. El olvidado Luis Gasulla lo hizo en 1974 y algo más de una década después se lo llevó Juan José Saer, en 1987, por La ocasión.


Pero esa tradición no escrita de monopolio ibérico, al parecer, comienza a resquebrajarse porque un tercer argentino se une al palmarés: Guillermo Martínez (Bahía Blanca, 1962) por el manuscrito de Los crímenes de Alicia, presentado a certamen como Los papeles de Guildford, bajo el seudónimo de G. Y no es un hecho menor que el autor de Los crímenes de Oxford fuera coronado en la velada especial de ayer, cuando el histórico Premio Nadal de Novela celebraba su 75º Aniversario, con algunos invitados especiales para acicatear la nostalgia, como la hija de Carmen Laforet, Cristina Cerezales Laforet.
"Estoy enormemente feliz y muy orgulloso", agradeció el Martínez en la gala, citando a los escritores que admira del palmarés, como Umbral, Juan José Millás o Ana María Matute, además de Saer. Y con algo de escrúpulo ante el riesgo de hacer un spoiler de la novela premiada que publicará Destino en España el próximo 5 de febrero, Martínez adelantó lo que ya era una sospecha más que fundada en la equivalencia de los títulos. "Acá recupero a la dupla protagonista de Los crímenes de Oxford, al viejo profesor de lógica Arthur Seldom y a su joven discípulo argentino. Es algo así como una continuación de esa novela, aunque se lea como una historia independiente", avanzó.
La diferencia, en todo caso, entre aquel exitoso thriller con el que Martínez ganó el Premio Planeta Argentina en 2003 y que Álex de la Iglesia llevaría a la pantalla con John Hurt y Elijah, y esta nueva aventura en la prestigiosa universidad británica, ambientada en 1994, es que la clave del misterio no remite a la lógica matemática, sino a desquiciada u onírica lógica de Alicia en el país de las maravillas.
Una serie de asesinatos en el seno de una hermandad de biógrafos de Lewis Carroll es el punto de partida de un enigma que remite a la simbología del universo de Alicia. Y que tiene que ver con la publicación de los diarios privados del escritor victoriano. Un dietario en el que ha desaparecido una comprometedora página y que tal vez sea el motivo oculto de los crímenes a desvelar.
Sin develar más de la trama, el autor de La muerte lenta de Luciana B(2007) y de Yo también tuve una novia bisexual (2011) aprovechó su discurso de recepción del Premio Nadal para renovar sus votos hacia la novela policial, y en especial hacia la variante inglesa de la novela de enigma o misterio.
"Hay sobre todo dos razones por las que me interesa la novela de enigma. La primera tiene que ver con el pacto de lectura entre le lector y el autor es más exigente, porque el lector se ve obligado a desconfiar de todo", explicó Martínez. "La segunda razón es porque en la novela policial de misterio siempre hay conjeturas y se plantea la discusión entre lo que es verdadero y lo que es demostrable, entre qué puede ser conocido y hasta dónde es verdadero aquello que conocemos. Y todo eso nos lleva a terrenos filosóficos, y al giro que le han dado al género maestros como Borges en La muerte y la brújula o Umberto Eco", detalló.
"Me interesa compartir este gusto por los temas filosóficos con los lectores, mientras intentan descubrir quién es el asesino", concluyó agradecido.
Con el Premio Nadal, Martínez se hace acreedor del monto de dotación (18.000 euros) según el dictamen del jurado integrado por Alicia Giménez Bartlett, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y el director editorial del Grupo Planeta Emili Rosales. El tribunal se decantó por el manuscrito del autor entre las cinco obras finalistas, preseleccionadas entre los 343 originales a concurso.
Fuente: La Nación

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