Nuestro comienzo como lectores
Puestos a investigar sobre la literatura infantil y juvenil del Uruguay Débora Pert decidió realizar una investigación acerca de uno de los protagonistas de la LIJ, no solo en su país sino también en el nuestro, un precursor: Constancio C. Vigil.
Por Débora Pert*
¿Cuántos de nosotros aprendimos a leer con el libro ¡Upa! Lo hice con este libro y la ayuda de mi papá y mi abuela paterna. Recuerdo la tapa roja y la nena rubia que escribía en el pizarrón, así como las ilustraciones internas que acompañaban a las palabras escritas con letras en diferentes colores, algunas en imprenta, otras en cursiva.
¿Cuántos de nosotros recibíamos en casa la revista Billiken todas las semanas? Me acompañó durante todas las fiestas patrias mientras cursé la escuela primaria.
¿Quiénes recuerdan a la Hormiguita Viajera y al Mono Relojero?
Y seguro que disfrutaron de muchos libros de la editorial Atlántida.
Esto y mucho más se lo debemos a Constancio C. Vigil. Nació en Rocha, Uruguay, el 4 de septiembre de 1876 y falleció en Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1954. Fue un empresario, periodista y escritor uruguayo, en general de literatura infantil con notable desarrollo en Argentina.
Desde los 15 años escribió en distintos periódicos y revistas. En 1903 un diario donde escribía fue clausurado, entonces se radicó en Argentina donde creó Pulgarcito, Germinal y años después la revista Mundo Argentino.
Escribió unos 50 libros para chicos y para adultos.
En 1918 fundó la editorial Atlántida y al año siguiente la revista infantil Billiken.
Entre 1918 y 1932 puso en la calle distintas revistas, entre ellas Atlántida, El Gráfico y Para Ti.
PERSONAJES EMBLEMÁTICOS
Hubo muchos, pero quiero recordar especialmente a dos de ellos.
EL MONO RELOJERO
Es un cuento del estilo fábula en que narra las aventuras y peripecias de un mono en su afán de enriquecerse vendiendo relojes en desuso.
ARGUMENTO DEL CUENTO
El protagonista es un mono que viste habitualmente un jardinero con tiradores azules, remera amarilla y fez.
Su dueño es un relojero que atiende la llamada "Relojería del Mono", mientras que el animal se encuentra allí como mascota, entreteniéndose con relojes en desuso a los que examina y manipula como si en verdad los estuviese arreglando, los niños del pueblo piensan que es el mono el verdadero relojero que se encarga de repararlos.
Cansado de estar encadenado en la relojería y luego de notar que su amo había cerrado la puerta de la jaula en falso, ya que ésta estaba trabada con la cáscara de una banana, el mono escapa por la noche mientras grita "-¡Libre! ¡Libre!", llevándose una escopeta con la que pretende imponerse sobre el resto de los animales, sin saber que era de juguete.
Tras averiguar la inutilidad de su arma luego de escapar de las fauces de un enorme felino, se decide a convertirse en vendedor de relojes y enriquecerse de ello.
Luego de hurtar de la relojería una serie de relojes en compostura, comienza un largo viaje de aventuras y peripecias donde trata de venderlos a todos los animales con los que se encuentra, pero recibe como respuestas desde la ignorancia de sus interlocutores hasta el ridículo y la falta de respeto.
Decide recluirse en una escuela rural argentina donde escucha atentamente las clases del maestro del establecimiento.
Mientras trata de conseguir alimento a través de un alambrado, el mono es capturado y finalmente es puesto a trabajar por su nuevo dueño como bailarín al son de un organito.
Su ex dueño ve una de sus actuaciones durante una gira por su pueblo y se mofa de su suerte por haberse mostrado desconforme cuando estaba en la relojería y se quejaba aún teniéndolo todo.
ILUSTRADORES
Fue ilustrado por los artistas Federico Ribas, Raúl Stevano, Oscar Fernandez y Daniel Branca entre otros.
En la década de 1970, el Mono relojero fue un personaje que protagonizó varias historietas dentro de la revista Billiken, revista fundada por el mismo autor Constancio C. Vigil. Allí apareció en algunas ocasiones acompañado por otros personajes de Vigil como Misia Pepa y la Hormiguita Viajera.
En la revista Billiken, los argumentos de las aventuras del Mono Relojero estuvieron a cargo de Enrique Pinti, mientras que los dibujos los realizaron Oscar Fernández y Daniel Branca.
LA HORMIGUITA VIAJERA
Es un cuento del estilo fábula escrito por el escritor y periodista en 1927, cuya protagonista es una hormiga antropomorfa con un vestido corto, rojo, con lunares blancos, bajo el cual se asoma una enagua blanca, zapatos negros de taco alto, sombrero y moños en sus antenas. No tiene un nombre propio.
ARGUMENTO
La protagonista se dedica a explorar a diario los alrededores del hormiguero donde vive. En cierta ocasión descubre sobre una gran servilleta, un apetitoso pan que constituía la merienda de un grupo de agrimensores que medían el campo donde se hallaba el hormiguero. Antes de que la hormiguita pudiese avisar a sus compañeras del hallazgo, los hombres guardan la comida en una valija y junto con ella a la hormiga, para recién volver a abrirla en otro sitio, momento en que la protagonista logra escapar.
Apenas libre, la hormiguita se reconoce perdida y a partir de allí comienza la búsqueda del camino que la lleve de regreso a su hormiguero. Para eso pregunta a todos los animales con los que se encuentra, en su gran mayoría insectos, por alguna referencia que le permita volver a su hogar. Ante cada uno de ellos la hormiguita se presenta con las mismas palabras: "Soy una hormiguita que está perdida y va en busca de su casa".
En plena búsqueda se encuentra con el grillo "El Manchado", personaje también creado por Vigil y a la vez protagonista de su propio cuento, que la guía para reunirse con el Dr. Lagartija para curarle una pata que la hormiguita se había lastimado. El grillo le indica que más adelante en el camino, encontrará a una luciérnaga y a una avispa y que ambas serán sus referencias definitivas para encontrar el hormiguero. Finalmente lo halla como epílogo del cuento.
ILUSTRADORES
Durante las ediciones de las décadas de los 40s y 50s las ilustraciones estuvieron a cargo de Federico Ribas. En la décima edición de 1966 el artista Raúl Stévano se hizo cargo de las ilustraciones. Además, en las diferentes ediciones del libro, la Hormiguita Viajera ha protagonizado una tira propia en la revista Billiken, fundada por el mismo creador del personaje con guión de Jorge C. Moramín y dibujos de Fernandez Branca.
ANÁLISIS
La cátedra Daniel Roldán lo ha considerado como un cuento costumbrista con una tendencia hacia el adoctrinamiento social. Magdalena Helguera por su parte exceptúa a la Hormiguita Viajera, la que se ve envuelta en una serie de aventuras de un involuntario percance, a un reiterado recurso argumental de Vigil que alude a la represión de la libertad, donde personajes como el Mono Relojero o la familia de cerdos de Los Chanchín se ven nuevamente apresados luego de una serie de aventuras en las que se embarcaban en su intento de escapar de sus amos y su cautiverio. Otros como Rustchi, señalan que la Hormiguita Viajera se hizo muy popular en la década de los 40s y que "en la actualidad comparte el lugar de clásicos junto con Rapunzel, Blanca Nieves y Caperucita Roja".
EN LA CULTURA POPULAR
El personaje de la Hormiguita Viajera, son los más populares creados por Constancio C. Vigil y a la vez los que se mantienen con cierta vigencia
En la cultura popular suele llamarse con el epíteto de "hormiguita viajera" a aquellas personas, en especial políticos, que cambian de partido, agrupación, ideología o de dogmas permanentemente por beneficio propio.
En Argentina, varios centros educativos y jardines de infantes llevan el nombre de Hormiguita Viajera así como también el Premio Nacional y Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil.
Bibliografía
-Wikipedia
-El Mono Relojero –Ed. Atlántida
-La Hormiguita Viajera –Ed Atlántida
-¡Upa! –Ed. Atlántida
* Débora Pert es narradora de cuentos. Coordinadora del Sector Infantil y Juvenil en la Biblioteca Popular Sudestada. Coordinadora del Rincón de Libros en la ONG Leamos un Libro. Escribió “El ovillo de Ariadna”, publicado por la Editorial Muchas Nueces.
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