Fantasía en Vonnegut

Este mes conmemoramos el centenario del nacimiento de  Gianni Rodari, a quien llamamos "el inventor de la fantasía". En este nota Belén González comparte su mirada sobre la obra de Kurt Vonnegut, quien además de recurrir a la ciencia ficción para dar cuenta de un mundo social y políticamente injusto, hace además, un uso particular de la fantasía que atraviesa su obra narrativa.



Por Belén González

Vietnam era un país donde Estados Unidos intentaba impedir que la gente fuera comunista, arrojándole cosas desde aviones.

"Desayuno de campeones" de Vonnegut


Kurt Vonnegut fue un escritor estadounidense, nacido en Indianapolis en 1922. Durante su juventud participó en la Segunda Guerra Mundial. Vivió experiencias particularmente duras cuando, durante la batalla de las Ardenas, quedó aislado de su batallón y vagó solitario tras las líneas enemigas durante varios días hasta que fue capturado por tropas alemanas. Como prisionero de guerra, vivió en primera persona las consecuencias del bombardeo de Dresde, que tuvo lugar entre el 13 y el 15 de febrero de 1945 y que destruyó la mayor parte de la ciudad alemana. Vonnegut fue uno de los siete prisioneros de guerra estadounidenses que lograron sobrevivir en Dresde.

Estas vivencias marcaron la vida del autor para siempre, y las plasmó en su narrativa retratando la crueldad del siglo XX en novelas, cuentos y ensayos.


La caracteristica más destacable de la obra de Vonnegut es el uso de la fantasía, el absurdo y el humor negro para denunciar las incoherencias que rodearon al siglo XX tanto a nivel económico, como político y social. En "Matadero Cinco", una de sus novelas más conocidas, denuncia las atrocidades y el impacto de la guerra en la vida de los soldados, pero de una manera muy particular: cuenta la historia de Billy Pilgrim, un veterano que se ve aquejado de una extraña dolencia que lo transporta en el tiempo, tanto para revivir su pasado como para anticipar su futuro. Un fenómeno que puede tanto relacionarse con la experiencia traumática de la guerra como con el contacto con los unos personajes extraterrestres que lo secuestran para exhibirlo en un zoológico intergaláctico.


Otra de sus joyas, "Cuna de gato", continúa con el tema de la guerra, pero esta vez centrada en la bomba de Hiroshima. La historia comienza con la investigación de Jonas para un libro acerca de Félix Hoenikker, uno de los mentores de la bomba atómica. Pero Jonas no está interesado en la parte técnica de la destrucción, sino en reconstruir los eventos mínimos que rodearon la vida cotidiana de Hoenikker el día en que la primera bomba cayó sobre Japón, por lo que va en busca de sus hijos. Los recuerdos que le cuentan de su padre y su supuesto último invento (una extraña sustancia que podría convertir toda la tierra en hielo), son las obsesiones que marcan la búsqueda. Las respuestas a todas las preguntas están en una isla del Caribe, donde el bien y el mal se reparten entre un dictador demente, un genio impasible, una diosa del amor y el fundador del bokononismo (una religión que promueve la disolución de la identidad de distintas formas: en el uso indiscriminado de la mentira, el regreso al “barro” del que todos venimos y en aceptar “ir a cualquier parte que sugiera cualquiera"). A Jonás le tocará aprender algo sobre el poder, el horror y la estupidez humana, y sobre las mentiras que nos contamos mientras esperamos el fin del mundo.


En estas dos breves sinopsis ya se identifica que nada es predecible en las novelas de Vonnegut, pero es en "Desayuno de campeones" de 1973 donde estos recursos del absurdo, la fantasía y la ironía son llevados a su máxima expresión. La historia cuenta la realidad de Philboyd Studge, el autor ficcional de esta novela, que actúa como el creador de la existencia de sus personajes, y hasta se permite ingresar al texto para influir directamente en su mundo, y que su ficción a su vez lo afecte sin mediaciones. Entre los muchos personajes que participan en la obra de Studge, está Dwayne Hoover, un vendedor de autos que da rienda suelta a su locura cuando descubre un mensaje escrito solo para él en un libro de ciencia ficción, cuyo autor es el otro personaje central, Kilgore Trout. Ante el caos que demuestra la infinidad de relatos de la novela, que incluyen desde matrimonios con heladeras hasta suicidios con destapacañerias, Studge se propone explicar cada evento de la absurda vida humana con dibujos alusivos y aclaraciones para un visitante de otro mundo.


Kurt vivió una época terrible de la humanidad, donde nada parecía tener sentido, y sus obras lo reflejan: no se puede predecir absolutamente nada de lo que sucederá en la siguiente página. Sus narrativas, por más delirantes que sean, resultan tremendamente esclarecedoras para entender la condición humana. 

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