La Tía, la guerra

Compartimos una nueva reseña de La Tía, la guerra. Un libro de Paula Bombara y la ilustradora Florencia Rodríguez Actis del que ya hemos hablado, pero que sigue suscitando lecturas y reflexiones. Y ganas de seguir leyendo.



Por Carolina Romero*


“La Tía, la guerra”, novela de Paula Bombara con ilustraciones de Flor Rodríguez Actis fue lanzada como parte del proyecto #Hacemos Memoria del sello editorial Loqueleo y está enmarcada dentro de su plan lector, para trabajar en las aulas desde la primaria, a 40 años de la Guerra de Malvinas.

Bombara, desde la voz de un niño, logra desarrollar una gran fuerza poética y abrir todo un entretejido de posibles reflexiones acerca de esas historias que nos han marcado a fuego como país. Juli, niño de 8 años, narra su historia, la de su familia y la de su tía abuela, Titi. El relato se enmarca en torno a la construcción del vínculo entre ellos a partir de las interrumpidas charlas que se suceden. Titi, por momentos confunde el presente y el pasado, se pierde en el tiempo y se ubica en un lugar lejano como las Islas Malvinas, durante la guerra, para recordar y contar. Un modo claro, y a la vez tierno y amoroso de contar para las infancias: la guerra, la dictadura, las enfermedades, el dolor de perder a un hijo y sobre todo los vínculos de amor.

Las dudas que le surgen a Juli en la narración son completadas por sus propios pensamientos y las respuestas amorosas de su madre, quien además intenta llenar los recuerdos que faltan en la memoria a la tía.  A través de muchas preguntas, la realidad ingresa al texto y así las palabras de Juli están en permanente diálogo con el pasado y con el dolor vivido en esa familia, con todo lo que le pasa hoy a la tía Titi y todo lo que es mejor que olvide, como la guerra y la pérdida de un hijo en las Islas Malvinas.

Los diálogos y pensamientos de Juli organizan el texto de a poco, para llevar a les lectores con claridad, sin engaños ni mentiras hacia la verdad de los hechos. La pregunta que da el puntapié es “¿qué teje?”. Al avanzar la novela, el presente y el pasado se complejizan y entretejen cada vez más y a medida que el narrador (Juli) va comprendiendo, les lectores también lo hacen. Y quizás hasta nos lleve a pensar, al igual que le sucede a Juli, que si la tía está perdida es mejor, porque los recuerdos la ponen triste.  

En este texto Bombara, no solo va a hablar de una guerra. Sino que deja entrever casi como nuevos puntos del tejido de la tía, que también se hablará de desaparecidos. De memoria, de terrorismo de Estado, de familias mono parentales, enfermedades y de identidades. El texto no engaña, no deja ninguna duda de qué se va a hablar, no oculta nada. Lo que se cuenta está expresado desde el título. No hay dobles intenciones.  Vamos a hablar de esto, este el eje de la trama, el inicio, el nudo y, el desenlace también. La forma, el cómo se cuenta, es lo que mucho importa. 

Las ilustraciones de Flor Rodríguez Actis están pensadas para agregar valor al texto. Lo acompaña, pero también permite otras lecturas, lo que nos lleva a pensar que tanto el texto como las ilustraciones permiten distintas capas de entendimiento de acuerdo a la edad de les lectores. 

Es un libro necesario, que debe circular, por las escuelas, las familias, los grupos de amigues y aunque está sugerida a partir de 8 años, es una historia plausible de ser entendida por niñes de menos edad, si comparten la lectura con un mediador que ayude a despejar las dudas que surgen.  También lo deberían leer personas jóvenes y adultas porque es un libro que llena de amor los espacios vacíos, que nos ha dejado y nos dejan las guerras. 

Como cierre comparto las palabras que Paula Bombara dijo en la jornada “Pensar Malvinas desde la literatura infantil y juvenil”, en donde habló de cómo escribir sobre la guerra en ficciones que leen chicos y adolescentes: “Desde la emoción y la verdad”.


* Carolina Romero es guionista, escritora y editora audiovisual egresada de la Universidad Nacional de Lanús. Ama los libros en todas sus formas, en especial los de literatura infantil y juvenil y los policiales. Lee y escribe desde siempre. Hace dieciséis años que trabaja por y para las bibliotecas populares del país, en la Conabip.


La Tía, la guerra
Paula Bombara
Ilustraciones de Flor Rodríguez Actis
Loqueleo, 2021.

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