Cuentacuentos en lengua de señas: una apuesta por la inclusión en las bibliotecas colombianas
El proyecto incluye creación literaria, tertulias, encuentros virtuales y presenciales. Maestros y especialistas del lenguaje y la comunicación trabajan en equipo para hacer de la biblioteca un punto de encuentro y educación.
Por Andrea Pérez Martínez
Biblioteca Luis Ángel Árango, ubicada en el centro histórico de Bogotá
Desde el 2009 con clubes de encuentros en la presencialidad y con la llegada del confinamiento y las medidas de prevención en el distanciamiento, incursionaron en la modalidad virtual. Inicialmente vincularon un maestro sordo y con él empezaron a construir las actividades, para los niños se iniciaron actividades en 2019 con maestras sordas que se desempeñaban en una labor de mediación con los niños más pequeños, buscando que tengan espacios de encuentro con otros niños que experimenten su misma manera de vivir el mundo, con necesidades y pautas de comunicación afines para que entren en contacto con la exploración de los libros como elementos educativos. Esto sucede gracias al material audiovisual seleccionado por estos especialistas, dentro de las temáticas que abordan en la didáctica están las construcciones por medio de bloques de juego y variados recursos pedagógicos para estimular el acceso a entretenimiento, conocimiento, información, conversaciones para la comunidad sorda.
María Isabel González, profesional líder del proyecto de inclusión de la Biblioteca Luis Ángel Arango, encargada de la agenda cultural accesible para las personas sordas, explicó estas iniciativas para actividades realizadas en torno al cuento. Como mecanismo de comunicación por medio de los relatos, la lectura, la identificación de personajes, es un espacio para compartir en compañía de padres, y maestros. Sin embargo, el espacio ha tenido variadas transformaciones. En el formato más reciente se enfocaron en conversar alrededor de los tipos de vivienda y con las fichas de Lego tuvieran la oportunidad de traducir sus imaginarios sobre este tema, dando oportunidad de procesar información, confrontarla de la mano de los adultos y de la socialización con otros niños.
Dentro de los textos que usan están variados títulos infantiles sobre construcción, historias que involucren edificaciones, viviendas e imágenes para que trabajen la asociación de la imagen, el relato y la interacción, más que libros destinados a la lectura estricta, en este caso son llamados “libros informativos” o documentales.
¿Cuál es la importancia de la inclusión dentro de un espacio como la biblioteca? “tenemos unos lineamientos de inclusión producto del análisis del público objetivo al que queremos llegar, los mecanismos de divulgación, qué transformaciones esperamos con los públicos. Esto es muy importante institucionalmente para la Biblioteca Luis Ángel Arango y para la red de bibliotecas del Banco de La República y lo que buscamos es que estos niños que no tienen oportunidad de interactuar, de acceder al conocimiento y a la información porque hay muy poquita oferta cultural para ellos y nosotros queremos ser esa opción.” agregó María Isabel González.
Estos equipos interdisciplinarios están conformados por intérpretes de lengua de señas con el cual se adelanta un proceso de preparación en donde participan los mediadores sordos que son las maestras, no todos son de Bogotá, otros, que viven en otras ciudades son específicamente consultados en ocasiones particulares en virtud de las temáticas de los talleres, un licenciado en lengua castellana y otro en ciencias sociales; también tienen un grupo de WhatsApp con los padres de familia en donde mantienen comunicación constante, reciben sugerencias, tienen retroalimentación de las actividades mientras preparan el siguiente encuentro aproximadamente cada dos meses. Dentro de esta dinámica se destaca que son recibidos niños que están iniciando su aprendizaje de la lengua de señas y las actividades representan una oportunidad para que se reconozcan como personas sordas y que no se perciban como los “extraños” de su círculo familiar.
“Esta experiencia para mí inició con unos cuentos antes de la pandemia en donde podíamos asistir a encuentros que después de las alarmas de la pandemia comenzamos a hacer en la virtualidad juntos con algunos padres que tenía hijos sordos que empezaron a explorar los cuentos en lengua de señas, también algunos eventos con niños oyentes también en donde todos interactuábamos y animábamos a los papás para que aprendieran la lengua de señas…” comentó Jenny Vergara, comunicadora social y parte del equipo de maestras sordas que apoya esta programación.
Las transformaciones de corte institucional que esperan se evidencian en los resultados que han alcanzado hasta el momento, la vinculación de un público cada vez más amplio, incluidos quienes nunca habían ingresado a una biblioteca, lo cual representa un aprendizaje no solo para los invitados a las actividades, sino también para los profesionales y docentes a cargo que pueden encauzar sus planes; en el caso de los eventos con asistentes adultos han alcanzado personas con bajo nivel de escolaridad en donde citas como las tertulias de historia y ciudadanía que se llevan a cabo con un profesor sordo lograron atraer gran atención y asistencia, aún de personas de otras regiones de Colombia e incluso, países. En la virtualidad ocasionada por los protocolos de bioseguridad que impedían encuentros numerosos.”En temas de literatura hay encuentros con escritores, algo que difícilmente han vivido los asistentes, allí conocen el proceso creativo para hacer un cuento, ejemplo de eso está el cuento que creamos con el equipo con Olga Cuellar y otros escritores colombianos.”
Esta es una iniciativa que se lleva a cabo desde el año 2018 cuando, el Banco de la República y su Red de Bibliotecas, destinaron sus esfuerzos en la creación de una biblioteca virtual para personas sordas, con el objetivo de presentar obras literarias adaptadas a la lengua de señas con la participación de traductores sordos, ilustradores y autores colombianos. En 2020 se iniciaron los encuentros con ellos a los que se han vinculado también maestros sordos que están en formación conformando una comunidad lectora, en la que a pesar de que no llevan los libros a casa para leerlos en su totalidad (teniendo en cuento que en la población sorda su primera lengua son las señas) la gran mayoría no lee en español y solo un 20% aproximadamente de ellos es bilingue, es decir, que practican la lectura en español y la comunicación en lengua de señas, en su mayoría gracias al apoyo de su familia o los recursos educativos, sin embargo, esa no es la realidad del grueso de la población que no cuenta con estos estímulos.
Biblioteca para sordos del Banco de la República
Esta iniciativa conforma un catálogo de contenidos, publicaciones y actividades en lengua de señas colombiana con libros adaptados a la lengua de señas de Colombia, así como encuentros y conferencias culturales y académicas, y otros materiales audiovisuales que cuentan con servicio de interpretación en lengua de señas colombiana.
Explora la biblioteca en diferentes secciones temáticas: literatura, historia, música, arte, diversidad, experiencias en lengua de señas colombiana y experiencias de lectura. También conoce nuestras publicaciones en lengua de señas colombiana: el glosario Señas para la paz, una publicación multimedia creada con personas sordas para todos los colombianos interesados en comprender el contexto colombiano en torno a la paz. Está integrada por 57 videos en lengua de señas colombiana (LSC); un video para cada palabra con sus respectivos significados;
Dentro de los contenidos desarrollados se encuentra también la novela juvenil ‘La luna en los almendros, novela del escritor huilense Gerardo Meneses, que aborda la historia del conflicto armado en el sur del país y que mereció en 2011 el Premio de Literatura Infantil y Juvenil ‘El Barco de Vapor’ - BLAA, la primer adaptación literaria a lengua de señas colombiana que se realiza en el país. Esta es una obra única y pionera en Colombia en la edición de contenidos literarios accesibles para las personas sordas.
Este proyecto, desarrollado en alianza entre la Biblioteca Luis Ángel Arango y el Instituto Nacional para Sordos INSOR, tuvo la participación de un equipo interdisciplinar, entre ellos personas sordas y el reconocido ilustrador argentino Daniel Rabanal., dos producciones audiovisuales concebidas y producidas integralmente con la comunidad sorda; lanzados en la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Esta agenda de inclusión está vinculada con otras organizaciones con las que realizan un intercambio de experiencias, objetivos y hallazgos, es el caso de la Biblioteca del Banco de la República en la ciudad de Cúcuta se realizan encuentros en los que hay pedagogía sobre lenguaje de señas para la población sorda migrante de Venezuela que no conocen en su totalidad lasa señas que se usan en Colombia, en el municipio de Tunja, capital del departamento de Boyacá, se realizan procesos similares con el fin de no encasillar estos encuentros a una sola forma y potenciar el alcance a una comunidad que necesita cada día de mayores oportunidades y espacios para ser parte activa de procesos culturales para su reconocimiento como miembros de la sociedad.
Fuente: Infobae
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