La poeta, la ciudad y la bomba. 130 años del nacimiento de Alfonsina Storni

El próximo domingo se cumplen 130 años del nacimiento de Alfonsina Storni. La recordamos con esta nota de Laura Forchetti, que la imagina caminando por Buenos Aires y trae su palabra hasta nuestros días. 



Por Laura Forchetti



Un lápiz


Por diez centavos lo compré en la esquina 

y vendiómelo un ángel desgarbado; 

cuando a sacarle punta lo ponía 

lo vi como un cañón pequeño y fuerte. 


Saltó la mina que estallaba ideas 

y otra vez despuntólo el ángel triste. 

Salí con él y un rostro de alto bronce 

lo arrió de mi memoria. Distraída 


lo eché en el bolso entre pañuelos, cartas, 

resecas flores, tubos colorantes, 

billetes, papeletas y turrones. 


Iba hacia no sé dónde y con violencia 

me alzó cualquier vehículo, y golpeando 

iba mi bolso con su bomba adentro.



Elijo este antisoneto de Storni porque es mi retrato de Alfonsina, su fotografía sobre mi escritorio.

Veamos la escena: Alfonsina camina por la ciudad, lleva un bolso con pañuelos, dinero, papeles, cartas, maquillajes, recuerdos un poco deshechos. Se detiene en una esquina y compra un lápiz, lo paga, sigue. Se distrae mirando un rostro, lo olvida. Toma un vehículo, seguramente un transporte público, va hacia algún lugar con cierto apuro. Lleva una bomba, lo sabe. 

Alfonsina  fue una flaneur, una paseante urbana, observadora de la Buenos Aires de principios del siglo XX, una ciudad que se volvía moderna y dinámica, pero se deshumanizaba, se poblada de seres atravesados por la soledad y el desencuentro, la injusticia y la miseria.  

Un lápiz es uno de sus últimos poemas, publicado en Mascarilla y trébol en 1938, pocos meses antes de morir. 

Storni siempre estuvo atenta y fue sensible a los conflictos que atravesaba la sociedad de su época, no sólo en Argentina sino en el mundo. La década del ´30 fue un período marcado por la crisis y la reaparición del fantasma de la guerra mundial, que finalmente se hizo realidad en 1936 a partir de la guerra civil española. Storni había creído en la construcción de una sociedad más justa y solidaria; lo había expuesto especialmente en sus crónicas y artículos periodísticos, pero los últimos años no podía evitar mirar el mundo con  una sombra de escepticismo y desilusión. Esa sombra deja su marca en este poema. 



¿Qué ángel desgarbado le vendió el lápiz que compró en la esquina? ¿Era un niño el ángel? ¿Un adolescente un poco torpe? 

Con su sonrisa pícara, su cabeza blanca brillando al sol, vemos a Alfonsina diciendo gracias al ángel que le saca dos veces punta al lápiz. Apurada, quizás llegaba tarde al trabajo, a leer poemas en una biblioteca socialista o al consultorio del médico que otra vez iba a pedirle una lista de análisis para decirle lo que ella ya sabía, la vemos buscando unos centavos, tal vez con yapa, para pagar el lápiz. Levanta la mano con su guante, dice chau, el ángel ríe. 

La escena sigue: Alfonsina camina entre la gente, de pronto ve un rostro de alto bronce y olvida el lápiz, se detiene en ese rostro. Ahora es la Alfonsina atrevida, la que se apropia de la mirada voyeur típicamente masculina y mira al hombre con deseo, podría amarlo media hora (que no le pidan más). 

Se distrae otra vez. Se apura. La alza un vehículo con violencia. 

Vuelve a los versos la ciudad, que se traga al ángel, al hombre hermoso y a la poeta con su lápiz.

No, a la poeta con su lápiz no. 


Alfonsina Storni cruza la ciudad con una bomba en su bolso.

Nadie la detiene, porque nadie la cree peligrosa, nadie se la toma en serio.

Alfonsina Storni cruza la cuidad con una bomba en su bolso. 

Cruza el tiempo. Ya atravesó 130 años y sigue.  Llega hasta nosotras.

El lápiz bomba de Alfonsina Storni no se gasta, se multiplica. Estalla en nuestra escritura con su trazo aullido de loba, trino de jaula, mascarilla y trébol de cuatro hojas.

El lápiz de Alfonsina, un lápiz comprado por unos centavos en la calle, es nuestra herencia.



Para seguir leyendo y jugando:


En el año 2020, junto al equipo de Tinkuy Juegos literarios, pensamos y realizamos Versos desencontrados, un juego poético para seguir dando voz a la obra de Alfonsina Storni. En el enlace podés ver de qué se trata y también leer en línea o descargar poemas de Storni y algunas de sus crónicas feministas.

https://tinkuy.com.ar/juegos/alfonsina-storni/


Laura Forchetti

18 de mayo 2022

Comentarios

  1. Gracias Laura por traernos a alguien tan valiente y sabía, una guerrera a veces ignorada porque su lápiz desnudaba realidades

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  2. Gracias por tan bello escrito mi primer poema cuando tenía 16 años se lo escribí a Alfonsina con una poesía bastante simple porque recién empezaba a escribir hoy ya por publicar mi cuarto libro ya se nota mi escrituras y mis poemas

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