El principito viaja desde la literatura al cine
En la promoción de la lectura, la relación de la literatura y el
cine nos abre un mundo con muchísimos recursos para explorar. Particularmente hoy
que la cultura audiovisual apela fuertemente, las películas animadas pueden ser
un buen puntapié para cultivar la relación con los libros y viceversa. Los
lectores, cuando vemos una película adaptada a partir de una obra literaria,
redescubrimos los textos, abordándolos desde una nueva mirada.
Por Natalia
Forés
Le Petit Prince (2015) es
una adaptación libre de la novela original de Saint-Exupéry. Toma elementos del
cuento original y crea a su alrededor otra historia.
La primera
vez que le propusieron el proyecto a Mark Osborne, el director del film, se
negó porque creía muy difícil la tarea de ser completamente fiel al libro. Al
considerarla una obra tan importante y emblemática, personalmente y para el
público, no quería cambiarla. Sin embargo, se decidió finalmente por dirigirla con
la meta de acercar la historia a nuevas generaciones.
Su cercanía
personal con el libro del principito lo impulsó a crear un homenaje audiovisual
a la historia original. Propuso a través
de una nueva historia, contar el relato de Antoine Saint-Exupéry. Su idea fue
guionada por Irena Brignull utilizando una
meta-narración en la que el texto original aparece dentro de un nuevo relato.
Cada uno de
estos relatos tiene una estructura clásica en sí, pero durante el film ambas
historias se ven fragmentadas y entrelazadas. Al final de la película ambas se
fusionan en una misma aventura, en donde la niña protagonista de la narración moderna
busca y encuentra al principito del libro.
Esta técnica
narrativa permitió atraer e interesar a un mayor rango de audiencia al
presentar dos historias simultáneamente. También permitió mayor lugar para creatividad
de los guionistas, sin comprometer el relato original, y dando lugar a su vez a
la posibilidad de utilizar varias estéticas en un mismo largometraje.
La película
trabaja con técnicas de animación 3D y animación en stop motion. La técnica
moderna de animación computarizada representa la historia contemporánea de la
niña, mientras que la animación en esculturas de cartón y papel en stop motion
representa más fielmente la textura de libro, diferenciando la manera de
representar visualmente los dos relatos.
En una escena
de la película la niña encuentra el libro por primera vez y empieza a leer: un
avión se sumerge en las páginas y entra a un mundo hecho de papel. Así es como
si entráramos en su imaginación, gracias a unas letras impresas en un simple
pedazo de papel.
*Natalia
Forés. Ilustradora,
animadora y diseñadora gráfica. Docente de promoción de
la lectura y stop motion.
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