Elisa, la rosa inesperada, de Liliana Bodoc


Compartimos la reseña que Cecilia Panero hizo de la última novela de Liliana Bodoc, ganadora del Gran Destacado de ALIJA, novela realista, dura y como siempre en la obra de Bodoc, poética y bella.


Reseña de Cecilia Panero*

Elisa, la rosa inesperada es una novela-poema, si vale la denominación. La autora reúne, en esta obra, magníficas metáforas con la que describe el paisaje y las costumbres del noroeste argentino.
Liliana Bodoc presenta su trabajo como un relato de viaje, llevándonos por los confines del país tanto por lo alto y pintoresco de sus montañas, como por lo más hondo de las miserias sociales imperantes.
Con lenguaje sencillo la autora invita a recorrer la historia con capítulos ordenados y titulados según sus protagonistas: Elisa y Abel Moreno.  Ella, una joven rubia, de piel muy blanca que creció al cuidado de su abuela, hija de unos músicos cumbieros sin futuro y él, un hombre viejo, que escasamente abandona su silla de paja, con un hueco en el medio a punto de ceder… se rasca la mano izquierda.
Elisa crece en un internado y vuelve a la villa a dormir todas las noches. Cuando cumple quince años es planchadora en ese lugar; le gusta leer y ama la poesía, repite de memoria:
“Mirar al otro lado del que todos señalan, Que es allí donde crece la rosa inesperada”
El día de su cumple 15 la invita una voluntaria, Beatriz, a merendar en su casa, las descripciones del lugar transmiten la emoción de esta chica frente a lo increíble, vuelve a la villa, a la casucha, donde duerme con su abuela Rufina que a los 5 años tuvo su llanto inaugural, y quedó sola.
Elisa se va, buscando algún futuro mejor, queda enredada y sometida en el submundo de la droga y la trata de personas… regresa y reencuentra la poesía: las palabras tenían permisos especiales.
Abel Moreno dice: Ustedes disculpen si hablo como sabiendo. Pasa que desde una silla de paja, se ven las cosas.
Las diferencias culturales que tiñen la novela se expresan como versos de una poesía: Porque la intuición se aplasta en las ciudades, y no hay bibliografía que la resucite. ¡Faena de los chamanes Omaguacas! ¡Ceremonia de fascinación! Y la niña del Pucará que arrojó una lanza desde la leyenda.
Las ilustraciones, sólo en las tapas y algunas pocas páginas al inicio y final sitúan al lector en el paisaje con cardones del norte.
Deliciosa novela, realidad y ficción en una ronda maravillosa. 

*Cecilia Panero es Contadora de “cuentas” por la UBA. Hace ya tiempo que cambió la “a” por la “o”, para transitar los caminos de la Narración y también el encuentro con las letras en la LIJ.


Elisa, la rosa inesperada
Liliana Bodoc
Norma, Colección Zona libre , 2017
















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