Se cumplen 75 años del nacimiento de Sam Shepard
Al recordar a Sam
Shepard, es imposible definir su pertenencia a una sola forma de la expresión
artística. Dramaturgo, poeta, actor, director teatral, guionista de cine, autor
de ficciones breves. En todos los ámbitos incursionó con el mismo talento. Es
una de las voces más importantes de la generación posterior a los beatniks. Hoy
Shepard cumpliría 75 años. Lo recordamos con uno de los textos de Crónicas
de motel en el que se refiere a la relación con su padre, que fue un tema
recurrente en su narrativa.
Mi Papá tiene una colección de discos metida en cajas de cartón que guarda alineadas junto a la pared de su dormitorio, coleccionando polvo de Nuevo México. Su mayor trofeo es un Al Jonson 78 original con la tapa sellada, pero hasta la cinta adhesiva está rota. La última vez que lo vi trató de sobornarme para que volviera con ese disco a Los Ángeles y lo vendiera por un buen fajo de billetes. Está convencido de que vale como mínimo mil dólares. Quizá más, según como esté el mercado. Dice que últimamente ha perdido el contacto con el mercado.
Mi Papá tiene una colección de discos metida en cajas de cartón que guarda alineadas junto a la pared de su dormitorio, coleccionando polvo de Nuevo México. Su mayor trofeo es un Al Jonson 78 original con la tapa sellada, pero hasta la cinta adhesiva está rota. La última vez que lo vi trató de sobornarme para que volviera con ese disco a Los Ángeles y lo vendiera por un buen fajo de billetes. Está convencido de que vale como mínimo mil dólares. Quizá más, según como esté el mercado. Dice que últimamente ha perdido el contacto con el mercado.
Mi Papá
tiene una foto de una señorita española completamente cubierta de nata batida.
La tiene clavada con una tachuela encima del fregadero de la cocina. Es cierto.
Me llevó con él hasta la foto y los dos nos quedamos mirándola un rato.
-Se supone
que por debajo de la nata está desnuda, pero apostaría cualquier cosa a que
lleva algo-dijo.
Me hizo
repasar todas sus paredes. Todas sus paredes están cubiertas de imágenes.
Recortes de revista que van de pared a pared. Cada uno ofrece un punto de vista
diferente. Es como asomarse a diferentes ventanas que dan a intrincados
paisajes. Estuve mirando esas imágenes. Una cascada con rocas auténticas
pegadas con cola en el primer plano. Unas rocas de otra foto que encajaban con
esa cascada. Un perro blanco con un pez verde en la boca. Cactus Saguaro en un
ocaso, arrancados de un número de mil novecientos cincuenta y cuatro de Arizone
Highways. Un Orangután anaranjado que se toca las partes. Una patrulla d
bombarderos B 52 volando en formación. Un collage de caras salpicadas con grasa
de tocino.
Mi Papá
tiene metida en una caja de té una colección de colillas de cigarrillos. Le
compré un cartón de Old Gold pero no quiso ni tocarlos. Insistió en retorcer
las colillas hasta sacarles todo el tabaco y luego armaba cigarrillos encima de
una bolsa de papel para no perder ni una hebra. Lanzó una mirada burlona a mi
cartón, a sus cigarrillos pulcros y armados a máquina.
Se gastó
en Bourbon todo lo que le di para comida. Llenó la heladera de botellas. Se
hizo cortar el pelo al cepillo, como un piloto de caza de la Segunda Guerra
Mundial. Sonreía satisfecho cada vez que se pasaba la mano pos los tiesos
pelos. Dijo que se los cortaban así para que les encajasen bien los cascos. Me
enseño las cicatrices de metralla que aún se le notan en la base del cuello.
Mi Papá
vive solo en el desierto. Dice que no se lleva bien con la gente.
- Crónicas de motelSam ShepardAnagrama, 1989.
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