¡Quiere a ese libro!
Natacha Goransky, ilustradora y fiel concurrente de los encuentros del Laboratorio LIJ nos deslumbró días pasados con el relato de Quiere a ese perro, de Sharon Creech, un libro completamente inusual, magnífico.
Quiere a ese perro es un libro medio chico, corto, con ilustraciones toscas, hecho con papel barato que transparenta. A la vez, es un libro brillante y gigantesco que contiene muchos mundos.
Está contado en forma de diario por su protagonista, Jack, un nene que está enojado, que no quiere saber nada de leer o escribir poesía.
El libro empieza con:“No quiero
porque los niños
no escriben poesía.
Las niñas, sí.”
Y después:
“Traté.
No puedo.
Mi cerebro está vacío.”
O:
“Si eso es un poema
(...) entonces cualquier frase
puede ser un poema.
Sólo tienes que
escribir
líneas
cortas.”
Guiado por su maestra, la señorita Stretchberry, a ritmo lento y entretenido; Jack nos introduce en su realidad.
Jack juega con palabras y silencios. Arma poemas con y sin hilo narrativo, o simplemente nos cuenta historias que se terminan conectando entre sí y que nos llevan a otro lugar.
Las ilustraciones están en blanco y negro, y se ven crudas y desprolijas. El trazo grueso, de computadora, parece haber sido hecho sin ningún esfuerzo. Quizás por todo esto y por la maestría del ilustrador, es que son pura expresión. Las ilustraciones arman un perfecto-imperfecto lugar donde vive el texto.
* Natacha Goransky es ilustradora. Ha colaborado en distintos proyectos con Bibliotecas para armar y es asidua concurrente de los encuentros con autores en La nube, así como del Laboratorio de análisis y producción de literatura infantil y juvenil. Es también, como se ve, una lúcida lectora.
Quiere a ese perro
Sharon Creech
Traductora: Cecilia Aura
Ilustrador: Alejandro Magallanes
Editorial Fondo de Cultura Económica, 2001.
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