Escenarios de lectura
En el marco de la 2ª. Feria Infantil del Libro y la
Tecnología T-Leo Veo, organizada por
la Biblioteca del Congreso de la Nación, las docentes Diana Tarnofky y María
Trombetta coordinaron un Workshop cuyo eje fue la reflexión e investigación
sobre los recursos expresivos que brindan las disciplinas escénicas en su
relación con la promoción de la lectura.
Por María Trombetta
Hace muchos años que el Programa Bibliotecas para armar y la
Biblioteca del Congreso de la Nación articulan ideas y recursos en diferentes
actividades y propuestas. Desde la exitosa Biblioteca
abierta realizada en 2004 en la Plaza del Congreso, y organizada en
conjunto, se sucedieron año tras año distintas oportunidades de intercambio
entre ambas entidades: las más sostenidas en el tiempo son las visitas que
realizan los participantes de la Capacitación para Auxiliares de bibliotecas
comunitarias a los Departamentos de Procesos Técnicos y de Servicios
complementarios de la BCN.
En abril de este año el Programa fue invitado a participar de
la 2ª. Feria Infantil del Libro y la Tecnología T-Leo Veo, que desplegó durante tres jornadas diversas actividades
orientadas a trabajar la relación del libro y las nuevas tecnologías,
destinadas a niños, niñas y adolescentes de escuelas de la zona, mediadores de
lectura y público en general. Así, el equipo docente de Bibliotecas para armar
tuvo la oportunidad de compartir distintos encuentros en el marco de la Feria.
Uno de ellos fue el que coordinamos junto a Diana Tarnofky y que contó con la
presencia de un numeroso público de mediadores de lectura, algunos de ellos
trabajadores de las salas de lectura de la BCN.
Diana es una reconocida narradora y en el Programa, además de
llevar su arte al público de las bibliotecas comunitarias, es quien está a
cargo de las Capacitaciones en narración oral. En mi caso, me relacioné con el
campo de la promoción de la lectura a partir de mi especialidad como docente de
Teatro, y me ocupo entre otras actividades de coordinar la Capacitación en
diseño de proyectos de animación a la lectura. A partir de la relación de ambas
con las disciplinas escénicas, nos propusimos como objetivo del encuentro
problematizar el empleo de los recursos expresivos corporales, por parte de
quien desempeña el rol de mediador, al momento de compartir historias y
lecturas.
Para
iniciar el encuentro, Diana comentó algunos fragmentos de uno de sus libros de
cabecera, Este cuerpo es humano, de
Grassa Toro e ilustrado por José Luis Cano, que visita la anatomía humana con
humor y poesía. Esto nos permitió abordar dos cuestiones fundamentales: el
aparato respiratorio y el fonador, estrechamente relacionados, y el esqueleto,
que da al cuerpo tanto el sostén como la movilidad:
“La primera obligación
del esqueleto es mantenernos en equilibrio, no permitir que nos caigamos, hacer
todo lo posible por que podamos estar parados cuando lo deseamos, que es muchas
más veces de las que recordamos. La segunda obligación del esqueleto es justo
la contraria: permitir movernos por el mundo para conseguir todo lo que
necesitamos para seguir vivos. La tercera obligación del esqueleto es sostener
y proteger los órganos internos, el cerebro, los pulmones, el corazón y todo lo
demás. La cuarta obligación del esqueleto es producir dentro de los huesos los
elementos necesarios para fabricar sangre.”
Este primer momento dio paso a una serie de ejercicios y
actividades que permitieron a los y las participantes percibir los mecanismos
que se ponen en juego en el propio cuerpo, trabajar tensiones y apoyos,
controlar y proyectar movimiento y energías, relacionarse con los y las otras
en el espacio, “leer” actitudes y gestos y comunicarse con un lenguaje
expresivo que prescindiera de la palabra. Con la ayuda de la poesía de María
Teresa Andruetto elaboraron mensajes pasando los textos por el cuerpo para
comunicarlos convertidos en nuevas formas, y completando el ciclo con el resto
del grupo decodificando con precisión las ideas expresadas, en un circuito
donde la lectura aparecía en diferentes planos y de distintas maneras, pero
siempre como eje fundamental.
Partiendo
de la convicción de que cuando las historias
pasan por el cuerpo y juegan con nuestros recursos expresivos, adoptan nuevas
formas y se comunican con mayor efectividad, invitamos a los y las
participantes a compartir un encuentro que recorrió la teoría, el juego, el
movimiento y la poesía. Nos enfrentábamos con el desafío de lograr transmitir
ese encuadre en un único encuentro de tres horas, y de intentar despertar la
conciencia del propio cuerpo en un público heterogéneo y con diferentes
trayectos de vida. El cuerpo nos contiene y permite movernos por el mundo: en
nuestro carácter de seres humanos todos hacemos uso de nuestra corporalidad
cuando caminamos, agarramos objetos, nos trepamos para alcanzar algo que está
fuera de nuestro alcance, y muchas otras variantes. Sin embargo, en general no
se es consciente de los mecanismos que se ponen en juego en cada una de estas
actividades. El punto de partida, si necesitamos corrernos de ese uso funcional
del cuerpo con la intención de expresar y comunicar, será prestar atención a su
bienestar, a las formas en que nos relacionamos con nuestra corporalidad, y a
los recursos de los que podemos disponer.
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